El tambor de Baena, junto a otras 22 fiestas de similares características que tienen lugar en España, será reconocido en apenas unos días por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Dichos dictámenes, realizados por los asesores técnicos de la Unesco, proponen directamente la inscripción. La práctica normal de la organización, como ocurrió con los Patios, es hacerles caso.
Además de Baena, participan en la candidatura 21 localidades más como las de Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Urrea de Gaén Agramón, Hellín y Tobarra, Alzira, Álcora, Moratalla o Mula, entre otros. Están repartidas por cinco comunidades autónomas. Todas ellas han protegido sus respectivas fiestas del tambor, ligadas a la Semana Santa, en sus catálogos de protección inmaterial.
La propuesta oficial que se verá en la cumbre de la Unesco, la décimotercera de sus características, asegura en la inscripción que las tamboradas cumple con cinco de los criterios necesarios para la inscripción de Baena y otras localidades en la lista representativa del Patrimonio Intangible de la Humanidad.
Así, la propuesta de inscripción asegura que las actividades del tambor se encuentran profundamente enraizadas en las comunidades donde se llevan a cabo. Afirma, además, que se trata de tradiciones, ligadas a la Semana Santa, son inclusivas puesto que aúnan a personas locales y extranjeras, con distintas ideas políticas y edades.
La propuesta oficial afirma que las tamboradas suponen propuestas interculturales en el sentido de que se relacionan con otras expresiones artísticas como la fotografía o la literatura. Resalta que se llevan a cabo ya medidas de protección mediante el establecimiento de entidades que promueven este tipo de conocimientos tradicioonales.
El informe asegura que la candidatura nació de las propias localidades donde se celebran este tipo de iniciativas, un total de 22, que se encuentran ligadas incluso por un consorcio para actividades de interés mutuo.
La candidatura colectiva del tambor ha tenido que superar no pocos avatares para llegar hasta momento. En 2014, se llegó a presentar al examen pero la Unesco decidió que no había llegado su momento, sobre todo, por problemas relativos a la justificación de los criterios exigidos. Cuatro años después, los delegados de los países miembro del comité, reunidos en la pequeña isla del océano Índico llamada Mauricio, conseguirán la quinta declaración de Patrimonio de la Humanidad de la provincia de Córdoba.
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