Hacia las siete de la tarde, después de la misa en la parroquia de San Juan Bautista, los tamborileros de la cofradía Virgen de los Dolores acompañan el traslado de la imagen de la Piedad al domicilio del Clavario del próximo año. Esa noche, hacia las diez de la noche, esta cofradía y la del Descendimiento de la Cruz inician en un Vía Crucis que culmina en la Nit de les Miraetes, en el que se encuentran mientras los tambores van marcando el ritmo.

A las seis de la tarde, los tambores empiezan a sonar en la Exaltación Local de tambores y bombos de Valderrobres.

A partir de las nueve de la noche, las distintas cofradías seguirán trasladando los pasos procesionales a sus respectivos clavarios, para ser expuestas en doseles.

Hacia las diez de la noche, empiezan de nuevo los traslados de las imágenes restantes a casa de sus clavarios. Al mismo tiempo, la cofradía de la Crucifixión de Jesús comienza su Vía Crucis, un camino de ida y vuelta hasta el lugar donde está instalado su dosel. Finalmente, a las diez y media comienza la procesión de la Hermandad de María Madre, que traslada su imagen desde la iglesia de San Juan Bautista hasta la residencia de ancianos Santa Teresa Jornet.

Hacia las siete de la tarde se organiza la visita oficial a los doseles, para que todos los ciudadanos puedan disfrutarlos. Más tarde, sobre las diez y media de la noche, se produce el Vía Crucis de la Cofradía de los Caballeros de Cristo Crucificado en la Agonía.

La Hermandad de Santa María Magdalena Camino al Sepulcro del Señor, la Real Hermandad de la Santa Faz, la Cofradía de Cristo en la Columna y la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro protagonizan sus propios Vía Crucis por las calles de la ciudad, entre las nueve y las diez y media de la noche. Por su parte, a las once comienza la Procesión de las Antorchas, una procesión penitencial organizada por la Cofradía del Ecce Homo. Una hora más tarde, los actos acaban con el Vía Crucis del Cristo de la Esperanza y el Toque de Silencio de la Cofradía de la Crucifixión de Jesús en la Cruz.

A las cinco y media de la mañana empieza la Procesión del Silencio desde el templo de la Encarnación, acompañando al Cristo y a la Soledad de la parroquia. Por la tarde, a las seis y media, se realiza la procesión del Santo Entierro desde la plaza de Santa María hasta la parroquia de Santa María de Lluch.

A partir de las once de la noche es cuando más se escuchan los tambores y bombos por las calles de Alzira. Lo primero en celebrarse es la concentración de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro, que debe trasladar la imagen del Resucitado a la Plaza Mayor acompañada por los tambores y cornetas. Una vez allí tiene lugar el Encuentro entre Nuestra Señora de la Esperanza y el Cristo Resucitado, en un desfile que parte de la Plaza Mayor y recorre las calles del casco antiguo al ritmo de los tambores. Finalmente, hacia medianoche los cofrades trasladan la imagen de María del Descendimiento hasta el hogar de sus nuevos Clavarios y, casi a la vez, la Hermandad del Santo Cáliz organiza un toque de tambores y timbales por las calles adyacentes a su dosel.